viernes, 22 de mayo de 2015

Las colonias griegas

LAS CAUSAS DE LAS COLONIZACIONES.
Entre los siglos VIII-VI a.C., numerosos habitantes de las ciudades de Grecia emigraron a diferentes lugares de las costas mediterráneas y del mar Negro.
Muchos de estos territorios eran conocidos por los comerciantes que recorrían las costas en busca de productos, especialmente metales.

La escasez de tierras y la pobreza en la que vivían algunos campesinos llevó a muchos griegos a abandonar sus ciudades (siglos VIII y VI a. C.) en busca de productos, especialmente metales, e instalarse en otros lugares del mar Mediterráneo y del mar Negro, donde fundaron colonias.

LA EXPANSIÓN GRIEGA.
A bordo de ligeras embarcaciones, los griegos recorrieron las costas en busca de lugares adecuados para establecerse y comerciar. Las nuevas colonias fundadas dependían de las polis de origen con las que mantenían lazos comerciales y culturales.
En el Mediterráneo, la zona más importante en la que se instalaron  fue el Sur de Italia y Sicilia (Magna Grecia).
En el siglo VII a. C., los griegos fundaron colonias en la península Ibérica. Las más importantes fueron: Rodas (Rhode), Ampurias (Emporion), Denia (Hemeroskopeion) y Vélez Málaga (Mainake). Hacia Oriente se expandieron por mar Negro.
Desde estas colonias establecieron un próspero comercio con los pueblos indígenas de la Península(Tartessos e Íberos), de los que conseguían  oro, plata, cobre y estaño. El contacto con los griegos supuso para tartesios e íberos grandes avances y conocimientos: la vid, el olivo, torno cerámico, metalurgia del hierro, moneda, escritura, etc.

LAS COLONIAS.
Los lugares elegidos por los griegos para establecerse solían tener unas características comunes: fácil acceso por mar, cómoda defensa (en una isla próxima a la costa, sobre un promontorio o una colina), un territorio rico para cultivar y con aprovisionamiento de agua permanente.

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