El blog de Sociales de La Merced
lunes, 9 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
miércoles, 3 de junio de 2015
viernes, 22 de mayo de 2015
ATENAS Y ESPARTA
LA DEMOCRACIA ATENIENSE
A. LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS
Según
Pericles, “las decisiones dependen no de una minoría sino de la mayoría. (…) la
ley es para todos la misma y no es la riqueza sino el mérito y la capacidad la
que hace acceder a los hombres a los cargos y honores. (…) Los políticos evitan
hacer aquello que sea ilegal pues los ciudadanos vigilan y supervisan a los
magistrados y las leyes”.
A. LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS
·
La asamblea
de los ciudadanos se reunía regularmente en una colina próxima a la
Acrópolis para votar leyes, controlar los presupuestos y decidir las
declaraciones de guerra.
·
Los magistrados eran
ciudadanos elegidos por la Asamblea que se ocupaban de los asuntos públicos.
Los más importantes eran los estrategas, que dirigían la
política exterior y el ejército. Los arcontes presidían
los tribunales y las ceremonias religiosas. Pericles fue un estratega que
impulsó la construcción de la Acrópolis de Atenas y un firme defensor del
sistema democrático ateniense.
·
Para
impartir justicia, cada año se elegía a 6.000 ciudadanos de más de 30 años, que
formaban los tribunales populares.
B. UNA
DEMOCRACIA LIMITADA.
La
democracia ateniense era muy limitada, ya que sólo podían participar en los
asuntos públicos los ciudadanos, es decir, todos los hombres libres, mayores de
edad, nacidos de padre ciudadano y de madre atenienses. Tenían derecho a
participar en la vida política y a estar protegidos por la ley.
Ahora bien,
los ciudadanos eran una minoría. Ni las mujeres, que debían
permanecer en el hogar y cuidar a los hijos, ni los extranjeros (metecos)
tenía derechos civiles, y mucho menos los esclavos.
C. LA VIDA
COTIDIANA
La casa
Atenas, como
la mayoría de ciudades griegas, estaba amurallada y tenía calles estrechas,
sinuosas y malolientes. No existían cloacas ni sistema de recogida de basuras,
y el agua era escasa.
Las
viviendas solían construirse alrededor de un patio central desde el que se
abrían puertas a las distintas habitaciones. Las paredes eran de ladrillos de
adobe y se reforzaban con vigas de madera. Las viviendas eran de una o dos
plantas. Estaban construidas con materiales ligeros, de tal manera que los
ladrones horadaban las paredes para robar. Todas las habitaciones daban a un
patio o pórtico central y contaban con escaso mobiliario. Había un departamento
reservado a las mujeres, el gineceo, y otro a los hombres, el andrón.
La familia
El padre era
el cabeza de familia.
La mujer estaba bajo el dominio del padre cuando era soltera; del marido, dentro del matrimonio; o del hijo mayor, si quedaba viuda. Ocupaba la mayor parte del tiempo en la casa. Salía poco a la calle, y cuando lo hacía generalmente iba acompañada.
Acudía a los actos públicos religiosos.
Los hijos y las hijas vivían con la madre, en el gineceo, hasta los 7 años. A partir de esa edad, los hijos varones recibían una educación en la escuela. A los 18 años eran efebos y, después de dos años de servicio militar, se les reconocía como ciudadanos. Las niñas continuaban con la madre aprendiendo las labores del hogar. Las familias ricas tenían un pedagogo, un esclavo al servicio de los hijos para acompañarles a la escuela y repasar sus estudios.
La mujer estaba bajo el dominio del padre cuando era soltera; del marido, dentro del matrimonio; o del hijo mayor, si quedaba viuda. Ocupaba la mayor parte del tiempo en la casa. Salía poco a la calle, y cuando lo hacía generalmente iba acompañada.
Acudía a los actos públicos religiosos.
Los hijos y las hijas vivían con la madre, en el gineceo, hasta los 7 años. A partir de esa edad, los hijos varones recibían una educación en la escuela. A los 18 años eran efebos y, después de dos años de servicio militar, se les reconocía como ciudadanos. Las niñas continuaban con la madre aprendiendo las labores del hogar. Las familias ricas tenían un pedagogo, un esclavo al servicio de los hijos para acompañarles a la escuela y repasar sus estudios.
El vestido.
·
El chitón,
una túnica de lino,
·
El himation,
que era una capa para abrigarse.
· La mujer
utilizaba preferentemente el peplos, una túnica anudada con
cinturón y atada por los hombros con dos broches. Se calzaban con sandalias de
cuero y se tocaban con sombreros para protegerse del sol.
Hombres y
mujeres se calzaban con sandalias, que es un calzado compuesto de
una suela que se asegura con correas hasta la garganta del pie, gustándoles en
extremo el cuero de color. Con aquellas casas y aquellos trajes, Atenas debía
parecer una ciudad árabe.
La
alimentación.
La mayoría
de la población se alimentaba de sémola de cereales, pan, queso, pescado,
verduras, huevos, aceitunas, higos y fruta. Los ricos tenían una dieta más
variada, con carne y pescado.
ESPARTA.
Esparta fue
una ciudad-estado de la antigua Grecia situada en la península del Peloponeso,
y una de las polis (ciudades) griegas más importantes en el siglo VII a.C.,
junto con Atenas y Tebas, gracias a las reformas políticas y sociales de
Licurgo, quien repartió la tierra entre los ciudadanos en lotes iguales.
También instauró un sistema político demócrata donde el pueblo tomaba las
decisiones bajo el consenso del senado, o consejo de ancianos, y los reyes,
dos, de ahí que ninguno de ellos pudiese ser monarca.
Aunque todos
los ciudadanos de Esparta, unos 20.000 en su máximo esplendor, eran iguales
ante la ley, no todos los habitantes eran ciudadanos.
·
La mayor
parte eran periecos, hombres libres pero sin derechos,
·
O ilotas, esclavos,
que trabajaban para los espartanos.
La base del
sistema residía en la educación, cuanto mejor fuera cada ciudadano, mejor y más
fuerte seria el Estado.
En cuanto a
la religión, realizaban rituales y veneraban a los dioses así como las leyes
del legislador Licurgo.
Las mujeres espartanas, famosas por su esbeltez y
fortaleza, disponían de igualdad ante el varón. Eran las administradoras de los
hogares, y se casaban a los 20 años, bajo un curioso ritual. Se dejaban raptar
por el hombre que ellas elegían y, después de eso, las relaciones entre ellos
se alargaban una temporada durante la cual cada uno vivía en su casa. Los
encuentros eran secretos, breves y en completa oscuridad.
Las colonias griegas
LAS CAUSAS DE LAS COLONIZACIONES.
Entre los siglos VIII-VI a.C.,
numerosos habitantes de las ciudades de Grecia emigraron a diferentes lugares
de las costas mediterráneas y del mar Negro.
Muchos de estos territorios eran
conocidos por los comerciantes que recorrían las costas en busca de productos,
especialmente metales.
La escasez de tierras y la pobreza
en la que vivían algunos campesinos llevó a muchos griegos a abandonar sus
ciudades (siglos VIII y VI a. C.) en busca de productos, especialmente metales,
e instalarse en otros lugares del mar Mediterráneo y
del mar Negro, donde fundaron colonias.
LA EXPANSIÓN GRIEGA.
A bordo de ligeras embarcaciones,
los griegos recorrieron las costas en busca de lugares adecuados para
establecerse y comerciar. Las nuevas colonias fundadas dependían de las polis
de origen con las que mantenían lazos comerciales y culturales.
En el Mediterráneo, la zona más
importante en la que se instalaron fue el Sur de Italia y Sicilia (Magna
Grecia).
En el siglo VII a. C., los griegos
fundaron colonias en la península Ibérica. Las más importantes fueron: Rodas
(Rhode), Ampurias (Emporion), Denia (Hemeroskopeion) y Vélez Málaga (Mainake).
Hacia Oriente se expandieron por mar Negro.
Desde estas colonias establecieron
un próspero comercio con los pueblos indígenas de la Península(Tartessos e
Íberos), de los que conseguían oro, plata, cobre y estaño. El contacto
con los griegos supuso para tartesios e íberos grandes avances y
conocimientos: la vid, el olivo, torno cerámico, metalurgia del hierro, moneda,
escritura, etc.
LAS COLONIAS.
jueves, 21 de mayo de 2015
LA POLIS: UNA CIUDAD-ESTADO
A diferencia de los grandes
imperios, el mundo griego estaba organizado en pequeñas ciudades-Estado
independientes, llamadas polis.
Cada polis poseía sus leyes, su moneda,
su ejército y si gobierno propio.
La polis tenía dos partes
diferenciadas. En la parte baja de la ciudad se edificaban las viviendas, las
tiendas y los edificios públicos, situados alrededor de una gran plaza (ágora).
En la parte alta, o acrópolis, una especie de ciudadela en la que refugiarse en
caso de peligro, se hallaban los principales edificios religiosos.
1.5. UNA POLIS GRIEGA.
Según Aristóteles una polis debía
ser un territorio que tenía que ser vista a un solo golpe de vista, siendo su
emplazamiento un lugar seguro, cercano al mar y a la vez al campo, ya que
permitía la huida y la provisión de productos de primera necesidad. Además debe
comunicarse con el resto del conjunto del territorio de la polis.
A. Las partes de una ciudad griega.
“Polis” se denominaba a la ciudad y
al territorio que ella reclamaba para sí. La polis tenía un plano en
cuadrícula.
Tenían edificios y lugares públicos
donde se reunía el pueblo, y donde se organizó la democracia y surgió
la filosofía. Estos lugares son los templos, el ágora, el mercado que
a veces estaba cubierto con soportales (la stoa). También, fue necesario
construir edificios de administración y de ocio, como los teatros y los
estadios.
No existía diferencia entre lo
urbano y lo rural (campo).
El relieve de Grecia hizo que las
polis se situaran en su gran mayoría en territorios costeros de difícil acceso
y en valles que estaban rodeados por montañas.
·
El centro
político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, siendo
la parte más alta de la ciudad. Tenía una doble función: defensiva y como sede
de los principales lugares de culto.
·
El ágora era
la plaza pública y mercado permanente. un espacio abierto donde los ciudadanos
acudían para comerciar y para intercambiar ideas. En el ágora tiene lugar la
vida política de la polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios
(Mesopotamia y Egipto), que estaban organizadas alrededor del palacio real y
del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora.
- Rodeaba
a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la
supervivencia de la polis.
Si bien compartían una lengua,
religión común, lazos culturales y una identidad racial e intelectual que
exhibían con orgullo, los habitantes de estas ciudades no pudieron fundar un
estado unificado. Existía una gran rivalidad entre las diferentes polis,
consideraban que el reducido tamaño de cada una era lo más idóneo para
practicar una adecuada política.
La Antigua Grecia
EL ESPACIO FÍSICO
La civilización griega se originó en
la Península Balcánica y en las costas del mar Egeo.
Su relieve montañoso, con estrechos
valles difíciles de comunicar entre sí, determinó la fragmentación del mundo
griego en pequeñas ciudades-estado (las polis) e imposibilitó la creación de un
Estado poderoso.
Su gran fachada marítima, con
recortadas costas y el sinfín de islas, que salpicaban el azul del mar Egeo,
hizo de los griegos un pueblo de marineros y comerciantes y propiciaron su
salida al mar y la creación de colonias por toda la fachada mediterránea.
Su clima era mediterráneo y
determinó el surgimiento de una agricultura pobre basada en la trilogía
mediterránea (olivo, vid, trigo), así como también poseían cabras y ovejas.
Esto sólo creó tensiones y obligó a las grandes migraciones.
Pero, por encima de la división,
todos los habitantes de la Hélade hablaban un idioma común y sentían el
temor de los mismos dioses.
UNA MISMA CIVILIZACIÓN.
Aunque cada polis era independiente,
los griegos tenían muchos lazos en común que les hacían sentirse miembros de una
misma cultura: la Hélade, que se asentaba sobre dos pilares: la lengua y la
religión.
Todos ellos hablaban en griego y
escribían con el mismo alfabeto. Además, todos los griegos adoraban a los
mismos dioses. La religión era politeísta, es decir, existían numerosas
divinidades consideradas superiores porque eran inmortales y poseían poderes
extraordinarios.
Los dioses griegos eran
antropomórficos y se parecían físicamente y psíquicamente a los seres humanos.
Habitaban en el Olimpo, el monte sagrado, y Zeus se consideraba el padre de
todos los dioses.
LOS PRIMEROS GRIEGOS.
Los griegos son el resultado de una
mezcla de pueblos que se instalaron en las tierras de Grecia en sucesivas
oleadas y que se relacionaron con la población autóctona.
·
Hacia el año
2.000 a.C., los aqueos, un pueblo indoeuropeo procedente del Norte,
llegaron a las tierras griegas. A este pueblo también se le conoce con el
nombre de micénicos, por su ciudad más importante, Micenas.
·
Hacia el año
1.200 a.C., los dorios, también procedentes del Norte, se asentaron
en Grecia, conquistaron muchas ciudades y se convirtieron en el nuevo grupo
dominante.
Según las
leyendas griegas, Homero era un poeta ciego del
siglo VIII a.C. al que atribuye la creación de dos largos poemas: La
Iliada y La Odisea, recitados por todo Grecia antes de ser escritos hacia
el siglo V a.C.:
·
La Iliada narra la guerra de Troya, una ciudad de Asia
Menor atracada por príncipes griegos porque Paris, hijo del rey de Troya, había
raptado a Helena, mujer de Melenao, rey de Esparta.
·
La Odisea cuenta las aventuras que le sucedieron a Ulises,
rey de la isla de Ítaca, durante su regreso a casa tras la guerra de Troya.
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