Según
Pericles, “las decisiones dependen no de una minoría sino de la mayoría. (…) la
ley es para todos la misma y no es la riqueza sino el mérito y la capacidad la
que hace acceder a los hombres a los cargos y honores. (…) Los políticos evitan
hacer aquello que sea ilegal pues los ciudadanos vigilan y supervisan a los
magistrados y las leyes”.
A. LAS INSTITUCIONES DEMOCRÁTICAS
·
La asamblea
de los ciudadanos se reunía regularmente en una colina próxima a la
Acrópolis para votar leyes, controlar los presupuestos y decidir las
declaraciones de guerra.
·
Los magistrados eran
ciudadanos elegidos por la Asamblea que se ocupaban de los asuntos públicos.
Los más importantes eran los estrategas, que dirigían la
política exterior y el ejército. Los arcontes presidían
los tribunales y las ceremonias religiosas. Pericles fue un estratega que
impulsó la construcción de la Acrópolis de Atenas y un firme defensor del
sistema democrático ateniense.
·
Para
impartir justicia, cada año se elegía a 6.000 ciudadanos de más de 30 años, que
formaban los tribunales populares.
B. UNA
DEMOCRACIA LIMITADA.
La
democracia ateniense era muy limitada, ya que sólo podían participar en los
asuntos públicos los ciudadanos, es decir, todos los hombres libres, mayores de
edad, nacidos de padre ciudadano y de madre atenienses. Tenían derecho a
participar en la vida política y a estar protegidos por la ley.
Ahora bien,
los ciudadanos eran una minoría. Ni las mujeres, que debían
permanecer en el hogar y cuidar a los hijos, ni los extranjeros (metecos)
tenía derechos civiles, y mucho menos los esclavos.
C. LA VIDA
COTIDIANA
La casa
Atenas, como
la mayoría de ciudades griegas, estaba amurallada y tenía calles estrechas,
sinuosas y malolientes. No existían cloacas ni sistema de recogida de basuras,
y el agua era escasa.
Las
viviendas solían construirse alrededor de un patio central desde el que se
abrían puertas a las distintas habitaciones. Las paredes eran de ladrillos de
adobe y se reforzaban con vigas de madera. Las viviendas eran de una o dos
plantas. Estaban construidas con materiales ligeros, de tal manera que los
ladrones horadaban las paredes para robar. Todas las habitaciones daban a un
patio o pórtico central y contaban con escaso mobiliario. Había un departamento
reservado a las mujeres, el gineceo, y otro a los hombres, el andrón.
La familia
El padre era
el cabeza de familia.
La mujer estaba bajo el dominio del padre cuando era soltera; del marido, dentro del matrimonio; o del hijo mayor, si quedaba viuda. Ocupaba la mayor parte del tiempo en la casa. Salía poco a la calle, y cuando lo hacía generalmente iba acompañada.
Acudía a los actos públicos religiosos.
Los hijos y las hijas vivían con la madre, en el gineceo, hasta los 7 años. A partir de esa edad, los hijos varones recibían una educación en la escuela. A los 18 años eran efebos y, después de dos años de servicio militar, se les reconocía como ciudadanos. Las niñas continuaban con la madre aprendiendo las labores del hogar. Las familias ricas tenían un pedagogo, un esclavo al servicio de los hijos para acompañarles a la escuela y repasar sus estudios.
La mujer estaba bajo el dominio del padre cuando era soltera; del marido, dentro del matrimonio; o del hijo mayor, si quedaba viuda. Ocupaba la mayor parte del tiempo en la casa. Salía poco a la calle, y cuando lo hacía generalmente iba acompañada.
Acudía a los actos públicos religiosos.
Los hijos y las hijas vivían con la madre, en el gineceo, hasta los 7 años. A partir de esa edad, los hijos varones recibían una educación en la escuela. A los 18 años eran efebos y, después de dos años de servicio militar, se les reconocía como ciudadanos. Las niñas continuaban con la madre aprendiendo las labores del hogar. Las familias ricas tenían un pedagogo, un esclavo al servicio de los hijos para acompañarles a la escuela y repasar sus estudios.
El vestido.
·
El chitón,
una túnica de lino,
·
El himation,
que era una capa para abrigarse.
· La mujer
utilizaba preferentemente el peplos, una túnica anudada con
cinturón y atada por los hombros con dos broches. Se calzaban con sandalias de
cuero y se tocaban con sombreros para protegerse del sol.
Hombres y
mujeres se calzaban con sandalias, que es un calzado compuesto de
una suela que se asegura con correas hasta la garganta del pie, gustándoles en
extremo el cuero de color. Con aquellas casas y aquellos trajes, Atenas debía
parecer una ciudad árabe.
La
alimentación.
La mayoría
de la población se alimentaba de sémola de cereales, pan, queso, pescado,
verduras, huevos, aceitunas, higos y fruta. Los ricos tenían una dieta más
variada, con carne y pescado.
ESPARTA.
Esparta fue
una ciudad-estado de la antigua Grecia situada en la península del Peloponeso,
y una de las polis (ciudades) griegas más importantes en el siglo VII a.C.,
junto con Atenas y Tebas, gracias a las reformas políticas y sociales de
Licurgo, quien repartió la tierra entre los ciudadanos en lotes iguales.
También instauró un sistema político demócrata donde el pueblo tomaba las
decisiones bajo el consenso del senado, o consejo de ancianos, y los reyes,
dos, de ahí que ninguno de ellos pudiese ser monarca.
Aunque todos
los ciudadanos de Esparta, unos 20.000 en su máximo esplendor, eran iguales
ante la ley, no todos los habitantes eran ciudadanos.
·
La mayor
parte eran periecos, hombres libres pero sin derechos,
·
O ilotas, esclavos,
que trabajaban para los espartanos.
La base del
sistema residía en la educación, cuanto mejor fuera cada ciudadano, mejor y más
fuerte seria el Estado.
En cuanto a
la religión, realizaban rituales y veneraban a los dioses así como las leyes
del legislador Licurgo.
Las mujeres espartanas, famosas por su esbeltez y
fortaleza, disponían de igualdad ante el varón. Eran las administradoras de los
hogares, y se casaban a los 20 años, bajo un curioso ritual. Se dejaban raptar
por el hombre que ellas elegían y, después de eso, las relaciones entre ellos
se alargaban una temporada durante la cual cada uno vivía en su casa. Los
encuentros eran secretos, breves y en completa oscuridad.