lunes, 21 de octubre de 2013

Los primeros Reinos Germanos

Tras las invasiones, los reinos germánicos se consolidaron en Occidente. Los más importantes fueron el reino franco, el visigodo y el lombardo. Se constituyeron en frágiles monarquías hereditarias.


Primeros reinos germanos



La primera oleada de asentamientos germanos la protagonizaron los godos (visigodos y ostrogodos), vándalos, burgundios, suevos y alanos. Esta fase se caracterizó por la amplitud de la zona invadida, ya que estos pueblos se desplazaron desde las orillas del mar Negro hasta la península Ibérica y el norte de África. Los grupos de inmigrantes eran pequeños, por eso los germanos fueron minoritarios respecto a la población romana que habitaba esos territorios.

Los reinos bárbaros más importantes en esta fase fueron:
  • El reino ostrogodo, que abarcó Italia y Dalmacia. Los ostrogodos vivieron momentos de esplendor con Teodorico, pero fueron finalmente absorbidos por el imperio romano de Oriente.
  • El reino visigodo, que se extendió por parte de la Galia y de la península Ibérica. Tras lograr su unidad territorial con Leovigildo y la unidad religiosa con Recaredo, se mantuvo hasta el año 711, en el que, sumido en graves disensiones internas, cayó bajo el dominio musulmán.
  • El reino burgundio, que ocupó el centro de la Galia.

Estos reinos tuvieron corta vida. De todos ellos, solo el de los visigodos subsistía en la segunda mitad del siglo VI.

Consolidación de los reinos germanos


Una segunda fase de invasiones estuvo protagonizada por los francos, alamanes, anglos y sajones. En esta ocasión, las invasiones fueron acompañadas del desplazamiento masivo de población y en algunos casos se llegó a producir hasta una profunda germanización lingüística.

Los reinos bárbaros que se fundaron en esta segunda oleada fueron mucho más duraderos que los anteriores.

  • El reino franco se estableció en la Galia, de donde expulsaron a los visigodos. Los francos tuvieron en las Galias mayor estabilidad y su reino se consolidó gracias a Clodoveo.
  • Los alamanes se instalaron en torno al Rhin.
  • La heptarquía anglosajona se formó en Gran Bretaña. Anglos, sajones y jutos crearon siete reinos, que en el año 827 fueron absorbidos en uno solo por Egberto de Wessex.

En una última oleada, los lombardos se instalaron en Italia, y los ávaros se establecieron en las llanuras de Europa central y oriental.

Organización política


Los germanos, atrasados culturalmente respecto a la población preexistente, no pensaron nunca en destruir la organización romana, que además admiraban. Sin embargo, inevitablemente crearon algo distinto al introducir sus propias tradiciones.

Los reinos germanos se organizaron en monarquías que sufrieron a su vez la influencia imperial romana. Al principio el rey era elegido por los nobles y, como consecuencia, muchos reyes eran depuestos e incluso asesinados por conspiraciones, lo que suponía una gran debilidad para la institución. Poco a poco, algunas monarquías se hicieron hereditarias.

Los reyes contaban con un consejo que los asesoraba en los temas de gobierno y los ayudaba a impartir justicia. El poder militar en algunos territorios lo ejercían los duques, que muchas veces eran jefes de alguno de los pueblos que habían sometido. En las ciudades, los personajes más destacados eran los obispos y los condes o mayordomos de palacio, que asistían a los reyes en el gobierno, y que eran como servidores personales del rey.

También se fue perdiendo el concepto de ciudadano para dar paso a las relaciones de fidelidad, entre nobles y campesinos, y entre los nobles y el rey.

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